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Caminar con tacones altos sorteando los adoquines de algunas calles de la Gran Vía de Granada (España) se había convertido en uno de mis deportes favoritos, eso sin dejar de lado que no me importaba hacer rutas largas para evitar caminar por lugares que no me permitieran pisar adecuadamente.
Gran parte de mi elección en zapatos siempre se había visto impulsada por las tendencias del año y la rarezas de los mismos (al igual que la ropa para gorditas), en particular me encantan los zapatos diferentes, raros o con algún toque divertido, nunca me había importado si no pudiera caminar media cuadra con ellos siempre y cuando lucieran fenomenales pero al pisar los 30 me di cuenta que mi armario era un sin fin de elecciones impulsadas por el sentimiento del momento o la seducción de las ofertas en las tiendas, no había nada práctico, confortable ni mucho menos funcional, y esto solo eran los zapatos.
La moda cómoda o confortable, ha pegado un subidón en ventas en estos últimos meses.
Al analizar detenidamente mi closet supe de inmediato que había madurado, tenía ese típico rincón del armario donde vas arrimando aquellas prendas que no te sirven, pero piensas “algún día me servirá”, “si adelgazo 2 o 3 kilitos quizás me quede, nunca se sabe” o qué decir de esas prendas que compraste para una temporada en específico y ya no se llevan esos colores o diseños y, por consecuencia, las tienes allí esperando a ver si vuelve a ponerse de moda como los pantalones de campana.
Detrás de mi puerta tenía un vestido rojo esperando algún momento adecuado para ver la luz del sol. Obviamente, nunca llegó ese día. Llegué a tener 12 pantalones apilados por años porque ya no me gustaban pero tampoco perdía la esperanza de volver a usarlos. Un día viví una escena de mi vida tal cuál de la serie de los 90 Ally McBeal: mientras soplaba las velas de los 33 me di cuenta de que realmente no me veía ni lucía como quería y eso obviamente tocó también mi armario.
Ese día en mi habitación podías verme depurando y colgando cualquier cantidad de prendas en mi Vinted, impulsada por ese sentimiento y por la pandemia que me permitiría prescindir de casi todo mi armario, me dispuse a dar el paso a un nuevo yo.
Quería un cambio y lo quería ¡ya!, toda la vida me ha gustado vestir elegante, prendas negras, blancas, colores nude y en mi armario solo había 2 o 3 cosas que reunían esas características, es que nunca me preocupe en buscar ropa que se adecuara a mí, o sea, nunca compraba, ropa para gorditas. Así que me propuse hacer un armario práctico de prendas básicas y funcionales, combinables entre si y, por supuesto, que permitan sentirme cómoda y elegante a la vez, y en esta oportunidad eso también incluía mis zapatos.
La palabra «ropa para gorditas» , en mí caso la hago como referencia a los mercados pupulares de Venezuela donde es común ver este tipo de carteles en las tiendas (algo que me recuerda mucho mi infancia)
Rosario Freire
En algún sentido comprendí que te siente mejor y más segura de ti misma cuando vas vestida de forma cómoda. Aunque se sienta apresurado fue un cambio natural y progresivo, sin darme cuenta la comodidad y el querer sentirme confortable se convirtió en parte de mi vida. Ahora tengo 34 y disfruto mucho más el ir de compras y experimentar con calma las telas los cortes y la practicidad, soy mas selectiva con lo que entra en mi armario. Aprendí a comprar ropa para gorditas, ropa para mi tipo de cuerpo, el día que mi cuerpo cambie también lo hará mi ropa y sabré elegir nuevamente.
Antes, cuando iba de compras, encontrar ropa para gorditas o prendas que se adaptarán a mi figura era muy difícil, soy una mujer curvy y, aunque me decida a perder algunos kilos por el bien de mis tobillos, nunca seré parte de la talla estándar, siempre fué difícil adaptarme a las modas encontrando cosas que se ajustarán a mi.
Por eso ahora pienso mucho en las telas, más allá de lo que me permite mi presupuesto puedo encontrar looks que me encanten, elegantes o prácticos gracias al aumento de la moda confortable o las tendencias midi o maxi, pudiendo adaptar cualquier outfit a mi figura jugando con las telas y los diseños.
Ahora disfruto más que nunca ir de compras, aunque en estos tiempos sea por internet. Lo cierto es que, sea virtual o no, sigo disfrutando recorrer las tiendas e ir adaptando los diseños a mi cuerpo y mi personalidad. He aprendido mucho en estos tiempos, no solo a no dar por sentado las cosas… si no también a priorizar mi sentir por encima de todo.
Si quieres lucir lo último de las pasarelas de moda (y tu presupuesto te da para eso) pues adelante, si te gustan los escotes, la lencería y te apetece compartirlo con el mundo, hazlo. Ya es tiempo de amarnos más y lucir lo que nos gusta y nos hace sentir mejor cada día.
Si eres como yo curvy y bajita, mi recomendación para elegir ropa para gorditas es que busques telas sueltas, que se adapten a tus curvas, no trates de esconderlas, juega con los colores, conoce tu cuerpo ámalo y demostráselo, mídete la ropa en la tienda si no te queda bien aunque esté a la moda, ¡NO LO COMPRES!, busca diseños que por su forma te sean funcionales, prácticos y te permitan sentirse, sexy, cómoda, elegante o simplemente, tú. El secreto LAS TELAS hazlas tus mejores amigas.
Cuéntame tu experiencia, si tienes alguna duda déjamelo en los comentarios y si crees que este post le puede interesar a tu amigo o amiga compártelo, me ayudarías mucho.
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Yo me despido y será…
Hasta otra Guapuras…
I Saw It First es una tienda ubicada en Manchester, Inglaterra. Su lanzamiento fue en el 2017 y desde entonces van a punto con la moda. En la sección Plus encuentro verdaderas joyas para un estilo clásico del día a día, aunque también tienen muchas opciones de outfits para otras ocasiones. Mi interés en ellos está puesto en la ropa de diario, telas suaves y diseños cómodos justo a mi medida.